viernes, 22 de agosto de 2008

Debates VIII: La inestabilidad en el medio del crecimiento

Por Desiderio Fernández

En los últimos días hemos sido testigos de acontecimientos que son difíciles de entender a los ojos de la realidad. El primero fue la crisis del campo y el gobierno por una resolución de retenciones que significaba para el gobierno menos de 1% del total de los recursos presupuestados en la ley de presupuesto 2008 (y que como viene sucediendo en los últimos años, los mismos están subvaluados así se “incrementa” ante la opinión pública y el mundo, la eficiencia del gobierno para superarse cada años en sus metas propuestas). El gobierno de CFK en defensa de la re-distribución del ingreso defendió a rajatabla su posición hasta que el voto histórico del vice-presidente tumbo el ánimo de revancha y disputa y cancelo por la vía legislativa está resolución tan cuestionada. El gobierno debería entender que no sólo creando trabajo se mejora la distribución del ingreso, sino que también mediante el aumento del salario de bosilllo y la expansión de posibilidades y libertades de la población, como bien dice el Nóbel de Economía, Amartya Sen. Allá en los lejanos setenta, el inolvidable (para quienes lo conocieron) profesor Isidro Carlevari de geografía económica en Buenos Aires mencionaba cuestiones tan viejas como las grelas. La inestabilidad política es la madre de todos los males: pobreza, miseria, delincuencia y desigualdad. A pesar de los años transcurridos, el país no ha aprendido la lección. El actual crecimiento (menos del real por la manipulación de los índices para deflactar los componentes del PBI) está viciado sino de eliminan estas falencias históricas del país. De hecho, la inversión, vital componente para crecer a largo plazo está siendo afecta por su desaceleración y su orientación hacia “inversiones no reproductivas”. Muchos “economistas” no entienden que la cosa no es invertir en lo que venga sino en áreas sensibles y que generan un crecimiento en el tiempo prolongado. Ejemplo, que el gobierno invierta en caminos y en paredes de hospitales y escuelas, no generaba el cierre de la brecha tecnológica; si bien la inversión en educación es vital para un país, una cosa es invertir en educación fomentando becas en ciencias que levantando paredes y luego en las cuentas nacionales en clasificarlas en la inversión en educación. Hay un dicho que dice “se puede engañar a mucha gente poco tiempo, pero engañarse a si mismo es una pelotudez”. Esto está pasando en Argentina.
Nuestra inestabilidad data del tiempo de los caudillos. Desde que tengo uso de razón y luego desde lo que leí en los distintos libros, nuestro país va a los tumbos de años de relativa bonanza y años de descalabro de gran magnitud. Los partidos políticos en todos estos años han manifestado el más acérrimo odio y una ineptitud total para garantizar una estabilidad institucional a pesar de las claras y lógicas disidencias de pensamiento. Sin continuidad institucional y sin ánimos de destrozar al otro y tumbarlo no se puede garantizar un horizonte para que la estabilidad política llevé a una estabilidad económica. La inestabilidad histórica de la macroeconómica del país es una clave de nuestro atraso como nación. Atraso que se aprecie en comparación con los países desarrollados en términos de estándares y nivel de vida. Ejemplo: una de las causas más profundas de la inflación estructural de la nación es la deficiente provisión de muchos bienes, en especial lo de capital y actualmente se suman los de consumo (ejemplo, celulares y aparatos electrónicos). El consumidor argentino es muy “exigente” en sus gustos. Quiere un MP4 de última generación o un celular con cámara y demás chiches, etc. Pero no puede apreciar que estos bienes la argentina no los produce y los tiene que importar. Esta compra en el “resto del mundo” lleva a la necesidad de dólares para pagar la importación y se refleja en la balanza de pagos del país. Es decir, el argentino es exigente en sus gustos y preferencias como si...viviera en un país europeo. Pero acá, dado el atraso técnico no se produce esa gama de productos. Consumidos de acuerdo a un país desarrollado cuando nuestra realidad es totalmente distinta. Evidentemente hay una clara deformación de la realidad o miramos el mundo con lentes distintos.
Actualmente transitamos un periodo de crecimiento y es notable ver los signos de inestabilidad en medio del crecimiento. El conflicto del campo y el gobierno, la decisión del vice-presidente de votar en contra de la alianza que lo llevó al poder, el brutal conflicto en la provincia de Córdoba por el ajuste provincial y los disturbios de los estatales; la sequía en el chaco que genera muertes y desolación, la cuál se podría solucionar con obras de infraestructura elementales que un país que quiere aspirar a la categoría de desarrollado debería tener.
Se puede crecer un tiempo, se puede aprovechar o no el panorama internacional y colgarnos de la demanda actual de alimentos, pero...el desarrollo va por otro camino. Si queremos enamorar a la más linda, nos confundimos de china. Y esto lo demuestra un dato tan simple y común: en el último mes, la exportaciones argentinas han caído en términos de cantidades. El aumento en valor sólo se evidenció por un incremento en las cantidades absolutas exportadas. Es decir, si realizáramos un índice a precios constantes como se hace con el PBI, el mismo daría una caída.
Concluyendo, sino se toman medidas drásticas como está haciendo Brasil, país que se está convirtiendo en la potencia hegemónica de América latina, seremos como en la actualidad, un país de cabotaje y en el cuál la comunidad internacional no siente el más mínimo respeto. Recordemos hace unos meses cuando autoridades de países que son potencias, como por ejemplo, Condolece Rice (secretaria de estado de EEUU) y Ángela Merker (presidenta de Alemania) visitaron la región y esquivaron a la Argentina. Otra vez, nos creemos los más vivos, pero sólo se puede engañar a las masas sin educación. A la vista del mundo, seguimos mostrando las mismas contradicciones como sociedad que en décadas pasadas. Se viene un duro distanciamiento que afectará a la institucionalidad. La relación entre CFK y julio Cobos está rota y no tiene retorno. Otra muestra de la inestabilidad política. Tanto me recuerda a la alianza Radicales-Frepaso que llevó al poder a Fernando de la Rua. Otra vez, un quiebre en la llamada ahora “Concertación plural”. Antes, gobernaba un radical y se fue un PJ. Hoy, gobierna una PJ y un radical está fuera del juego. Aunque no se llegará al extremo del año 2000 (con la renuncia del vice-presidente Álvarez), la ruptura y el quiebre político entre cristina y Cobos debilita la institucional del país y la agrega más incertidumbre a nuestro poco claro horizonte.
A mis 28 años, hay cosas que no puedo comprender de esta inolvidable experiencia de “ser argentino”. De niño, las escuchaba en boca de mis mayores, pero ahora que las entiendo técnicamente por mi formación en ciencias económicas, no tengo palabras. Y lo peor, es que uno conoce el final de estas historias.

Buenos Aires, 31 de julio de 2008

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